Maridaje de vinos blancos

Cómo maridar un vino blanco

El maridaje es el arte de combinar alimentos y vino adecuados para potenciar ambos sabores.
Los vinos blancos son más suaves que el vino tinto, y están indicados para ciertas comidas como el pescado (con excepciones) ya que el tinto pueden dejar peor sabor de boca por su contenido en hierro. El sabor de los vinos blancos es menos fuerte que el los tintos, contienen una mayor cantidad de acidez y resultan más frescos. Muévete como pez en el agua en tus tapeos o comidas de amigos y familia, comidas de empresa o citas románticas con nuestros tips:

  • Los blancos secos casan muy bien con el pollo y pescado, especialmente si hablamos de ahumados.
  • Los blancos frutales y aromáticos casan muy bien con el lenguado o rodaballo.
  • Los vinos blancos dulces, pueden ser la opción perfecta para quesos suaves.

Y para más detalle…

SI TE VAS DE PICOTEO

  • Ahumados. En el mundo de los pescados ahumados puedes elegir un vino blanco semidulce o cava. 
  • Quesos: Evita los que tengan un sabor muy fuerte ya que suelen casar bien con una carta de vinos más limitada. Si se da ese caso de olor y sabor tan fuertes, a veces puede ser mejor acompañarlo con cerveza (si es fuerte mejor).

Los quesos frescos van genial con los vinos frescos, jóvenes y poco complejos 

Los de cabra tipo rulo o “crotin” con vinos blancos de acidez viva . 

Los azules suelen ir muy bien con los dulces y semidulces

  • Pimientos de Padrón: Este aperitivo puedes acompañarlo con vino blanco o rosado.
  • Tostadas o pan: Perfectos para acompañar jamoncito o quesos. Ayudan a limpiar el paladar y absorben algo del alcohol del interior de la boca.
  • Aceitunas, pepinillos o cebolletas: Elegiremos vinos espumosos y olorosos.
  • Patatas fritas: Las patatas fritas pueden estar perfectamente combinadas con un vino rosado o blanco seco.

PARA UN ALMUERZO O CENA

  • Ensaladas: Las ensaladas son frescas, por lo que el maridaje con vinos blancos resulta simplemente perfecto. Puedes elegir un vino blanco joven afrutado, aunque mejor que no sea dulce. Y para algunas ensaladas algo más elaboradas, un vino joven con un toque de acidez puede resultar exquisito.
  • Pasta. ¿Sabías que en este caso la salsa que elijas es la que va a determinar qué vino es mejor elegir? Aquellas salsas con crema suave o marinadas son perfectas para un vinito blanco fresco.
  • Pollo. La carne de ave, en concreto el pollo, va muy bien con el vino blanco. Y como con la pasta, también influirá la salsa. Aderezado con limón y especias va muy bien con un blanco afrutado.
  • Pescado. Dependiendo del pescado que elijamos, (por ejemplo el salmón que es un pescado graso) puede ir acompañado de un tinto joven. Pero como regla general el maridaje de pescado con vino blanco será un acierto. 
  • Marisco. Para potenciar el sabor a mar del marisco, los vinos blancos jóvenes son un aliado perfecto.
  • Arroces: Los arroces suelen maridar mejor con la la gama de vinos blancos secos y ligeros; también se trata de potenciar el sabor. Dentro de estos vinos, los de aromas frutales (no dulces) van de maravilla. 
  • Postres: Quizás no lo sabías pero sí hay vinos de postres y, curiosamente, son blancos. Vinos elaborados con la Moscatel española, vinos con Mistela o Malvasía casan muy bien. 

Jaime Garrido
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