Vinos de El Hierro

Historia de los vinos de El Hierro

Este territorio cuenta con una vieja tradición vitivinícola. Según algunos historiadores, el cultivo de la vid comenzó en el año 1562, de mano del inglés John Hill, aunque este dato parece ser discutible ya que la isla del Hierro fue conquistada en los primeros años del siglo XV y por consecuencia debió ser entonces cuando comenzase la elaboración del vino, si bien se piensa que estos vinos, la mayoría destilados en aguardiente, iban destinados al autoabastecimiento y posteriormente a su exportación a Tenerife, Cuba y Venezuela.

Ya en 1883 existía un aguardiente con destino Cuba, cuya exportación continuó hasta que la azucarera antillana comenzó a destilar ron, expulsando del mercado al aguardiente del Hierro. Actualmente la destilación es un reducto sin ninguna importancia comercial en la isla. La Denominación de Origen El Hierro se fundó en 1994 con solo 2 bodegas, habiendo aumentado su número hasta 7 en 2003.

Al igual que sucede en el resto del territorio canario, la plaga de filoxera no afectó a sus viñedos por lo que han sobrevivido variedades como Verijadiego y Bremajuelo sin necesidad de injerto, manteniendo toda su riqueza varietal.

Esta D.O. cuenta con aproximadamente 200 hectáreas de viñedos en los que se elaboran, sobre todo, vinos blancos, en su mayoría para su consumo como vinos jóvenes frescos. La comercialización de sus vinos tintos y rosados se limita al ámbito regional.

Climatología y suelo de la Isla de El Hierro

En cuanto al clima destaca lo templado de sus temperaturas, las largas horas de luz solar y los vientos marítimos, factores todos que afectan al cultivo de la vid. Las lluvias son escasas en las zonas bajas y algo más abundantes en la zona montañosa. Los vientos alisios, vientos húmedos del verano, soplan en el noroeste y traen consigo una considerable condensación de humedad en los viñedos de Echedo.

En verano, las temperaturas rara vez alcanzan los 28º, manteniéndose las mismas durante el invierno, cuando aumenta la humedad del aire.

En cuanto al suelo, se trata de suelos poco fértiles de todo tipo, desde arcilla, caliza, marga o arena hasta ceniza volcánica. Son suelos muy porosos que impiden la formación de arroyos y manantiales. En estos suelos los viñedos han encontrado desde los primeros tiempos de la conquista hispana un excelente acomodo.

Los viñedos se encuentran en altitudes que oscilan entre los 200 y 700 m, en terrenos muy abruptos, de pendientes pronunciadas; en otras zonas el terreno está cubierto de una capa de lapillo (picón) que lo protege de la evaporación y absorbe la humedad nocturna. La extensión más amplia de viñedos se encuentra en la zona del Golfo, al noroeste del municipio de Frontera.

Variedades de uva y vinos

  • Variedades blancas.

    Albillo, Bastardo blanco(baboso blanco), Bermejuela(Bremajuelo),Breval, Burrablanca, Gual, Forastera Blanca, Listán blanco, Malvasía, moscatel, Pedro Ximénez, Torrontés, Verdello y Vijariego.

    La principal de estas variedades es la Vijariego, seguida de Listán blanco. Con ellas se elaboran vinos blancos con cuerpo, nervio y personalidad, con una graduación alcohólica de 13,5º y distinguiéndose entre ellos los vinos secos,los vinos semisecos, los vinos semidulces, y una mínima parte de vinos dulces.

    Los vinos rosados son frescos y afrutados, de gran consistencia y matices anaranjados.
  • Variedades tintas.

    Bastardo negro (Baboso negro), Listán negro (Negramuelle), Malvasía rosada, Negramoll(Mulata), Tintilla y Vijariego negro.

    La principal de estas variedades es la Bastardo negro junto con la Listán negro, con las que se elaboran vinos tintos de intensa coloración, robustos, de potencia y calidez en boca. Algunos vinos tintos son envejecidos en barricas de madera de roble cuya producción va en aumento debido a la demanda del consumidor. Los vinos tintos presentan una graduación alcohólica mínima de 12°.

Los vinos blancos de El Hierro deben servirse un punto más fríos que los peninsulares. Las condiciones de humedad y calidez de esta isla así lo exije. A menos que lo degustemos en la península (cosa harto improbable dado que la distribución de estos vinos es muy escasa.

Vemos las uvas:

  • Listán blanco. Proporciona unos vinos de curiosos matices entre uva madura y hierbas de monte. Ofrece un toque balsámico, sobre todo se ha sido cultivada en terrenos difíciles y secos.
  • Vijariego. Es una cepa vigorosa, de elevada productividad y resistente a las enfermedades. Sus vinos son frescos y afrutados, de color amarillo pajizo.
  • Moscatel. También conocida como Gorda, Muscat, Samanna y Saralamanna. Se supone que procede de Alejandría. Sus racimos son grandes y poco compactos, poco resistentes al oidio. Se usa para la elaboración de vino de mesa, vino dulce, mistela y vino blanco seco. Los vinos son muy aromáticos y frescos.
  • Pedro Ximénez. Se supone que fue Pero Ximén, soldado de los tercios de Flandes quien la trajo desde el valle del Rin, a donde había llegado desde las islas de Madeira y a éstas desde Grecia. Se trata de una vid de tronco robusto, hojas de tamaño medio-grande, de color verde fuerte mate y de uvas de piel fina y pulpa blanca.
  • Bastardo negro. Es una variedad muy escasa y resistente a las enfermedades. Sus racimos son de pequeño tamaño y compactos. Proporciona vinos ácidos, de elevada graduación alcohólica y aromáticos.
  • Listán negro. Son cepas robustas y de elevada productividad. Sus racimos son medianos y compactos. Sus vinos son tintos jóvenes y frescos. En nariz, son muy aromáticos y frutosos. Produce buenos vinos, tanto jóvenes como crianzas.
  • Negramoll.> Es una uva tinta de alta productividad. Sus racimos son medianos y compactos. Sus vinos son suaves, frescos y aromáticos.
  • Tintilla. Es una planta robusta, procedente de La Rioja. Es de brotación tardía y baja productividad. Sus vinos presentan un potente aroma y gran longevidad. Son de color rojo, suaves y ácidos.

El maridaje de los vinos del El Hierro

En cuanto al maridaje, resulta fácil vérselas con un buen blanco de El Hierro y unas «papas arrugás» con mojo palmero o un buen queso canarión con un tinto bien resuelto. Todo ello en un incomparable marco paradisiaco.

Los abundantes pescados de las Islas Canarias facilitan un buen maridaje de vinos blancos. También el marisco nos ayuda a refrescar los blancos de esta tierra.

En estas latitudes privilegiadas, una copa de vino tinto con un pedazo de queso majorero suponen mucho más que una merienda antigua, resultan un placer ancestral que nos han legado los antiguos pobladores de estas entrañables islas.

Las mejores añadas de los vinos de El Hierro.

Las añadas correspondientes a 1999, 2000 y 2004 han sido calificadas como «muy buenas» por el Consejo Superior de las Denominaciones de Origen.

Las localidades del vino de El Hierro

Vamos a adentrarnos ahora en algunas de las localidades que conforman esta denominación de origen, para mostrarles algunos de los rincones, parajes, monumentos que pueden ofrecer al viajero, sin olvidar su gastronomía y , como no, sus vinos.

  • Tamaduste. Muy cercano a esta localidad, se encuentra el afamado Parador de Turismo, en el que la afluencia de clientes es continua durante cualquier estación. Una auténtica explosión de naturaleza nos ofrece el espacio natural Riscos de las Playas, desde cuyo mirador podemos contemplar una buena parte de la isla. También son curiosos de ver sus pagos que constituyen buena muestra de la arquitectura popular. Se ubican aquí algunas bodegas que pueden ser visitadas y en la que nos muestran todo el proceso de elaboración de sus vinos. Tras la visita, y para reponer fuerzas, nada mejor que parar en uno de sus pocos pero estupendos restaurantes, en los que nos deleitarán con lo mejor de la gastromía local, acompañada siempre de un buen vino.
  • Frontera. Lo más destacable de esta pequeña localidad son los parajes naturales que nos ofrece. Impresionantes perspectivas se obtienen desde los miradores de Jinama, La Peña o de Bascos, situados sobre el golfo. Algunos bares y tabernas salpican sus calles para ofrecernos su cocina típica y los vinos de la tierra.
  • Sabinosa. Es este un pintoresco pueblo, de antigua tradición vitivinícola. En sus bares se pueden catar vinos blancos y tintos de agricultura ecológica, así como el generoso vino de veta. Se conservan aún los antiguos embarcadero y aduana desde donde salían los vinos hacia Francia y otros lugares. También se encuentra en este término municipal el Parque Natural de El Hierro, con el impresionante Lajial y uno de los más espectaculares bosques del archipiélago: El Pinar. Es muy recomendable también la visita al santuario de la Virgen de los Reyes, del siglo XVIII, así como a la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Candelaria, de 1929. Algunas bodegas elaboradoras de los vinos de esta denominación de origen se encuentran asentadas en esta tierra, pudiendo ser visitadas por los amantes del buen vino.

Muy importante

Cuando nos referimos a notas de cata lo hacemos en referencia a vinos muy bien criados y afinados. Vinos que han superado todas las pruebas y que han demostrado estar a la altura de los consumidores más exigentes.

En todas las Denominaciones de Origen hay vinos muy comerciales, vinos baratos que no se ajustan a una cata ciega. Por esa razón los descartamos.

Si usted desea someter a la cata de nuestros sumilliers un vino de su bodega o un vino de su preferencia sólo tiene que hacérnoslo saber poniéndose en contacto con nosotros.

Pero debe saber que nuestros sumilliers obrarán con justeza y es posible que no le guste lo que le digan del vino de su bodega o de su vino favorito.

Esperamos que entiendan que seamos tan estrictos. Todo ello redundará en beneficio de todos los amantes del vino.

Jaime Garrido
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