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Historia de los vinos de Madrid
La historia de los vinos de Madrid, como los vinos de España, se remontan a tiempos inmemoriales y, ni siquiera durante la dominación islámica, su producción y consumo se vio mermada.
La tradición del cultivo de la vid en Madrid es antigua, como decimos. Sin embargo, hasta hace muy poco tiempo estos vinos eran vendidos a granel, sin apenas etiquetado. Otras comunidades vinícolas adquirían estos vinos a bajo precio y luego los afinaban para etiquetarlos en diferentes zonas de España más valoradas en cuanto a producción.
El clima de Madrid resulta muy idóneo para el cultivo de la vid. Sus inviernos fríos y cortos y sus veranos tórridos y prolongados permiten una adecuada concentración de azúcares que luego revierten la buena estructuración alcohólica. Su terreno, fundamentalmente calizo y pobre permite cosechar innumerables variedades de uvas blancas y tintas.
Desde 1990, Madrid cuenta con su propia Denominación de Origen. Este hecho ha fomentado el perfeccionamiento de los sistemas de producción y elaboración de sus vinos, de manera que hoy presentan un aspecto muy distinto a épocas pretéritas, cuando a nadie se le ocurría pedir un Reserva D.O. Madrid.
Los vinos de Madrid se agrupan en torno a tres sub-zonas dentro de la Denominación de Origen que las regula:
- Arganda
- Navalcarnero
- San Martín
Variedades de uva de los vinos de Madrid
Dentro de estas sub-zonas se encuentra la producción de vinos tintos y blancos para los que se emplean la siguientes variedades de uva:
- Vinos blancos. Airén, albillo, monastrell, viura y torrontes.
- Vinos tintos. Tempranillo, cabernet, garnacha, merlot y syrah.
Las vemos:
- Airén. Es la variedad blanca más cultivada en España. Es una cepa de maduración tardía que resiste bien a las enfermedades. Sus vinos son de elevada graduación alcohólica, con cuerpo, de color amarillo pálido y aromas afrutados. Son vinos agradables y frescos, fáciles de beber.
- Albillo. Es una cepa de maduración temprana, resistente a las enfermedades y de baja productividad. Sus vinos son de gran calidad, con cuerpo, alcohólicos, de color amarillo oro y potente aroma. Son vinos de sabor ligeramente dulce.
- Monastrell. También conocida como Alcayata, Gayata y Garrut. Es una planta muy resistente a las heladas y la sequía. Sus racimos son grandes y compactos. Sus vinos son intensos, aromáticos, de color rubí y alta graduación. En boca son secos y carnosos.
- Viura. Se trata de una planta de brotación tardía que resiste bien las heladas y sequías, aunque es muy sensible a las enfermedades. Sus vinos son de color pajizo con tonos verdosos. En nariz son intensos y en boca son suaves y elegantes, equilibradamente ácidos y ligeramente amargos.
- Torrontés. Es una planta vigorosa, de elevada productividad y maduración temprana. Es ideal para mezclarla con otras variedades. Sus vinos son ácidos y aromáticos.
- Tempranillo. también llamada Aragonez, Arauxa, Arganda, Escobera, Garnacho, Negra de mesa y otras denominaciones. Es la uva española por excelencia originaria de la Rioja. Es una planta robusta, sensible a la sequía y a las enfermedades. Es de maduración temprana y sus racimos son medianos y densos. Sus vinos son de excelente calidad, equilibrados, alcohólicos, levemente ácidos, con aromas a fresas y frutos silvestres; su color es rubí intenso. Es un vino apto para el envejecimiento en roble.
- Cabernet sauvignon. Procede de la región francesa de Burdeos y se cultiva en todas las zonas cálidas del mundo.Es una planta vigorosa con rendimientos no muy elevados. Sus racimos son mediano y poco compactos. Se usa como mejorante en el envejecimiento de vinos. Sus vinos son secos, con cuerpo, alcohólicos, ácidos, de color violeta intenso. En nariz son intensos, florales y vegetales. En boca presentan gran sabor.
- Garnacha. Este tipo de uvas se encuentran en zonas cálidas y la calidad de sus vinos dependerá de los caracteres climáticos de la zona. Producen excelentes rosados muy afrutados. Los vinos tintos, muy aromáticos y con buena graduación, recuerdan en nariz la frambuesa y ciruelas pasas.
- Merlot. Es una cepa vigorosa procedente de Francia, de elevada productividad y brotación temprana. Es muy resistente a las enfermedades. Sus racimos son medianos y poco compactos. Sus vinos son suaves, de alta graduación, aromáticos y fáciles de beber. Presentan un color rubí con tonos violáceos y en boca recuerda hierba y especias. En nariz presentan aromas a ciruelas. Producen vinos equilibrados, con cuerpo, de color rojo con ribetes naranjas.
- Syrah. Algunos sitúan su origen en Oriente Medio mientras que otros lo hacen en Siracusa (Italia). Es una planta de bajo rendimiento que gusta del sol y el calor y resiste bien las enfermedades. Sus racimos son medianos y compactos. El vino que se elabora con ella es de gran cuerpo, aroma ahumado y de color rojo oscuro.
Los vinos de Madrid en la actualidad
Actualmente, los vinos de Madrid son perfectamente aptos para el envejecimiento. Después de fermentar en tinas de acero, los vinos pasarán el preceptivo periodo de envejecimiento, tanto en barrica como en botella. De esta manera, se obtienen los clásicos tiempos de los vinos:
- Vino joven.
- Vino de crianza. 2 años de crianza, 6 meses de los cuales los pasará en barrica.
- Vino de Reserva. 3 años de envejecimiento, uno de los cuales los pasará en barrica.
- Vino de Gran Reserva. 5 años de crianza, dos de los cuales los pasará en barrica.
A los vinos con gas carbónico obtenido de forma natural, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen de los Vinos de Madrid les concede una etiqueta adicional donde se puede leer «vinos sobremadre».
En la actualidad, Madrid posee un patrimonio vinícola importante. La labor de actualización de los procesos de cultivo y elaboración del vino está dando sus frutos y son muchos los establecimientos de restauración los que cuentan con buenos caldos de esta D.O. en sus bodegas.
El maridaje de los vinos de Madrid
No es difícil maridar el vino de Madrid, sobretodo si tenemos a mano unos callos o un cocido madrileño de los de toda la vida, de los que nos dejan listos para una eterna siesta española.
Los camareros del centro de Madrid te atienden al momento (me refiero a las tabernas de toda la vida, no a esas franquicias asépticas que en nada merecen la consideración de este comentarista de bares, tasca y tabernas de siempre). Son alegres y te disponen una caña o un buen vino de Madrid en menos de lo que te das cuenta.
Maridar los vinos de Madrid con su extensa variedad de tapas y platos es más que sencillo. Basta con esperar a que el camarero te «recete» alguna sugerencia cantada o a que tomes la carta y te admires de la cantidad de tapas y platos que caben en una exigua barra donde apenas pueden convivir camareros y clientes.
Por «Embajadores» se tapea de miedo, por «Quevedo», en «Chueca», por la «Puerta del Sol». Todo Madrid es un bar de tapas.
Madrid se ha anexionado las mejores recetas tradicionales de toda España. La mejor oreja de Extremadura se come en Madrid, y el mejor «pulpo a feira» se refresca aquí con un vino de la D.O. vinos de Madrid. Es cierto, las mejores recetas, las mejores viandas se las llevan los madrileños (será porque son los que más las valoran).
Un vinito de Madrid esperando un cocido entero de los que dan en «San Bernardo» es una espera relajante mientras charlamos con los amigos de cosas más o menos transcendentes. Luego llega la olla humeante y nos advierten que el segundo, el de la «pringá» y los garbanzos viene bien cargado… Un lujo.
Unas manos de cerdo con patatas en su punto (no muy hechas), una sopa catellana, unas lentejas… ¡Cuántos platos antiguos se disfrutan en Madrid! Si a ellos les arrimamos un vino de la tierra no nos falta más.
De mucha fama gozan algunos taberneros ancestrales que consiguieron éxito y dinero con vinos de la tierra y recetas sencillas… ¡Cuántos cocineros madrileños deberían obtener similar reconocimiento por apaciguar nuestras hambres en bares y tabernas sencillas! Desde este portal queremos rendir homenaje al «tabernero desconocido» y a su mujer, que han hecho de nosotros unos hombres y mujeres de provecho gracias a sus caldos; hombres y mujeres de buen provecho.
Pero si se trata tomar algo auténtico pero suave a la vez, unos trigueros al ajillo no nos hacen mal; adelgazan (y todas esas cosas del colesterol) y nos siguen sumiendo en el mundo de los placeres de la carne, el pescado, las legumbres, las verduras y el vino que sólo Madrid concede a los que por esta tierra de Dios pasan.
¡Buen provecho!
Las mejores añadas de los vinos de Madrid
Según el Consejo Superior de las Denominaciones de Origen, la mejor añada de los vinos de Madrid ha sido la correspondiente a 2001, calificada como «excelente» por esta entidad. Por su parte, los años 1993, 1994, 1995, 1998, 1999, 2000, 2003, 2004 y 2005 han sido calificados como «muy buenos» por el mencionado Consejo.
Las localidades del vino de Madrid
Les ofreceremos a continuación un breve recorrido por las localidades que conforman la denominación de origen vinos de Madrid, con objeto de darles a conocer lo mejor que cada una de ellas puede ofrecer a sus visitantes.
- Aranjuez. Es esta una ciudad de una gran riqueza monumental y paisajística, por cuyas calles es un auténtico placer pasear. Predominan en sus monumentos los estilos barrocos y neoclásico, y cuenta con hermosos jardines que constituyen todo un deleite para los sentidos. Encontramos aquí una de las bodegas más espectaculares de Europa, en la que además de las instalaciones propias de cualquier bodega, nos ofrece una sala de cata y conferencias y un magnífico lagar habilitado como comedor, en el que podemos degustar deliciosos platos y excelentes vinos. Se encuentra ubicada en el Real Cortijo de San Isidro, diseñado en el siglo XVIII, de estilo neoclásico, toda una belleza arquitectónica que no puede dejar de visitarse.
- Colmenar de Oreja. Destaca en este municipio las ruinas del castillo de Oreja, a la derecha del río Tajo. Se ubican aquí numerosas bodegas que en la feria anual del Vino, presentan sus caldos y los someten a cata. La mayoría de ellas se encuentran en cuevas subterráneas en pleno casco antiguo. En cuanto a su patrimonio monumental, merecen especial mención la Plaza Mayor, los jardines de Zacatín, la iglesia parroquial del siglo XIII y el monasterio de la Encarnación. En sus calles encontramos numerosos bares y restaurantes, en los que, después de la visita a la ciudad, podemos reponer fuerzas degustando alguno de sus platos típicos y como no, alguno de sus excelentes vinos.
- Chinchón. Este municipio es patrimonio histórico artístico de Madrid siendo su principal atractivo la Plaza Mayor, enclave medieval único, en el que se celebran numerosos y variados eventos durante todo el año, como proclamaciones, corridas de toros, mercadillos, actos políticos etc. Además de esta plaza, Chinchón nos ofrece numerosos monumentos como la Torre del Reloj, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, el Teatro Lope de Vega y el convento de San Agustín, convertido en Parador de Turismo. No podemos abandonar esta localidad sin degustar, en alguno de sus numerosos mesones los asados a la parrilla de carbón, un auténtico deleite para el paladar, sobre todo si se acompaña de un buen vino del lugar.
- Pozuelo del Rey. Es esta una localidad cuyo casco antiguo se caracteriza por sus angostas calles y por la ausencia de plazas. Ofrece al visitante un importante conjunto arquitectónico en el que destacan la iglesia de Santo Domingo de Silos del siglo XIV que combina elementos góticos con renacentistas, la ermita de la Virgen de la Cabeza del siglo XVIII que normalmente se encuentra cerrada habiendo que pedir cita para visitarla, y la Plaza Mayor donde se encuentra el ayuntamiento del siglo XVII, remodelado en el siglo XX. Se ubican aquí algunas bodegas ecológicas que elaboran vinos muy conocidos por procedimientos estrictamente naturales. Estas bodegas han abierto un Museo del Vino en el que nos ofrecen un recorrido por la historia de la actividad vitivinícola de la comarca, sus comienzos y evolución a lo largo del tiempo.
- Navalcarnero. El principal atractivo de esta villa es su riqueza patrimonial, siendo uno de los municipios más turísticos de Madrid. Entre sus monumentos más destacados podemos citar la ermita de la Cofradía de Ntro.Hermano Jesús Cautivo del Amor construida en el 2005, la ermita de San Roque, la ermita de San Isidro y la iglesia de Nuestra Señora de Covadonga. Navalcarnero cuenta también con numerosas plazas impregnadas de historia como la plaza de Segovia, punto neurálgico de la vida social y cultural del municipio, y otras como la plaza de la Virgen de la Cueva y la plaza del V Centenario. En cuanto a la actividad vitivinícola en esta tierra, ésta data de muy antiguo aunque no fue hasta el siglo XIX cuando su vino alcanzó un gran prestigio tanto a nivel nacional como internacional. Son cuatro las bodegas ubicadas aquí, además de un laberinto de cuevas subterráneas y un museo del Vino. Actualmente el vino de Navalcarnero es muy conocido sobre todo en Madrid. Este vino marida muy bien con platos fuertes como las calderetas, las legumbres, los callos y la caza, siendo todos éstos productos que podemos degustar en cualquiera de sus restaurantes para reponer fuerzas después de haber recorrido sus calles.
- San Martín de Valdeiglesias. La presencia del vino está muy arraigada en esta villa, gozando sus caldos de reconocimiento desde el siglo XII. En su casco antiguo abundan las casas solariegas en las que existen bodegas con grandes tinas de barro usadas en la fermentación del vino. Las bodegas ubicadas en este municipio han sabido modernizarse lo suficiente como para elaborar un excelente vino de crianza así como unos atractivos vinos jóvenes. El monumento más destacado es el castillo del Condestable Don Álvaro de Luna del siglo XV. Destaca la fachada renacentista del Patio de Armas y el cuerpo adosado a la Torre del Homenaje. Otros monumentos de interés son la ermita de Ecce Homo, la de Nuestra Señora de la Salud y la iglesia de San Martín Obispo. Después de recorrer sus calles, nada como descansar en algún mesón o restaurante donde degustaremos sus típicas migas de pastor y sus patatas revolconas, excelentes platos para regarlos con un sabroso vino local.
Muy importante
Cuando nos referimos a notas de cata lo hacemos en referencia a vinos muy bien criados y afinados. Vinos que han superado todas las pruebas y que han demostrado estar a la altura de los consumidores más exigentes.
En todas las Denominaciones de Origen hay vinos muy comerciales, vinos baratos que no se ajustan a una cata ciega. Por esa razón los descartamos.
Si usted desea someter a la cata de nuestros sumilliers un vino de su bodega o un vino de su preferencia sólo tiene que hacérnoslo saber poniéndose en contacto con nosotros.
Pero debe saber que nuestros sumilliers obrarán con justeza y es posible que no le guste lo que le digan del vino de su bodega o de su vino favorito.
Esperamos que entiendan que seamos tan estrictos. Todo ello redundará en beneficio de todos los amantes del vino.
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