Vinos de Mondéjar

Historia de los vinos de Mondéjar

Aunque no existen documentos que demuestren fehacientemente la época en que comenzó a elaborarse vino en esta comarca de Guadalajara, es lógico pensar que la existencia de viñedos date de la época medieval. Por aquél entonces el vino que se elaboraba en la región se destinaba al consumo en las tascas de Madrid. No era un vino de calidad, como los actuales, sino que se trataba del llamado «vino de pasto» que consumían los habitantes de los alrededores de la corte.

Estos vinos alcanzaron su esplendor en los siglos XVI y XVII. Posteriormente los vinos de valdepeñas y los manchegos los desbancaron aunque no consiguieron acabar del todo con ellos.

Los viñedos de Mondéjar fueron salvados por la crisis de la filoxera y por la necesidad de los países europeos de importar vinos de otros lugares. A pesar de ello, el declive del sector continuó durante el siglo XIX y buena parte del XX. A mediados del siglo XX, un grupo de agricultores mondejanos apostaron por la recuperación de sus vinos y a partir de la década de los 70 , el viñedo empieza a ocupar un lugar privilegiado en el lugar.

Poco a poco la viticultura fue ganando peso específico y el mercado del vino logró tal nivel de desarrollo que en 1997 se le concedió la D.O. de vinos de Mondéjar, cuya zona de producción comprende una serie de municipios de la provincia de Guadalajara concentrados en torno a la localidad que le da nombre y a Sacedón, Yebra y Almoguera.

La masiva implantación de viñedos en las últimas décadas ha permitido que el éxodo rural hacia otras provincias no haya sido tan intenso como en otros municipios vecinos. El cultivo de la vid y la elaboración del vino se han convertido en dos pilares fundamentales de la economía de la comarca.

Climatología y suelos

A pesar de su ubicación en el interior peninsular, esta comarca goza de un clima mediterráneo poco acentuado en contrastes. Las temperaturas estivales son elevadas y a partir de noviembre son frecuentes las heladas que se repiten hasta bien entrado abril. Debido a estas características climáticas, la brotación de las hojas de la vid si inicia a mediados de marzo, produciéndose su caída a primeros de noviembre.

En cuanto al terreno, se distinguen dos tipos de suelos:

  • 1.- Suelos rojizo sobre sedimentos limoarcillosos con grava, que da lugar a un paisaje ondulado, de suaves pendientes, textura arcillosa, buena permeabilidad y aireación, pobre en materia orgánica, y fósforo y rico en potasio.
  • 2.- Suelo pardo-calizo sobre margas, areniscas y conglomerados que da lugar a un paisaje de suaves pendientes, profundo, con buena permeabilidad y aireación, pH alcalino, rico en calcio y carbonatos, pobres en materia orgánica, nitrógeno y magnesio.

Tipos de uva

Esta D.O. permite para la elaboración de sus vinos, las siguientes variedades de uvas:

  • Tintas. Cencibel y Cabernet Sauvignon.
  • Cencibel. Es una cepa robusta de racimo mediano y denso. Produce vinos de excelente calidad, bien equilibrados, aromas a frambuesa y bayas rojas. Bouquet de crianza con tonos a vainilla y canela. Acidez y graduación medios, adecuados para el envejecimiento de sus vinos.
  • Cabernet Sauvignon. Planta de maduración tardía, de racimo mediano. Produce vinos de color rojo intenso con matices vióláceos y en nariz presentan aromas a cedro y tabaco.
  • Blancas. Malvar y Macabeo.
  • Malvar. Es una planta de racimo grande y poco compacto. De bajo rendimiento y maduración precoz. Sus vinos son aromáticos, frescos y de agradable acidez con alta graduación y tonos ligeramente anisados.
  • Macabeo. Planta de maduración tardía, racimos grandes y compactos. Produce vinos jóvenes, afrutados y frescos al paladar. En nariz ofrecen aromas a pomelo y manzana.

Tipos de vino

La Denominación de Origen Vinos de Mondéjar produce tres tipos de vinos: vinos tintos, vinos blancos y vinos rosados. El sistema de elaboración de los vinos es el tradicional, con despalillado en vinos tintos, en los vinos blancos, directos por prensado suave y en los vinos rosados directos y por sangrado, maceración carbónica y estabilización físico-química posterior.

Con la uva cencibel y la malvar, se elaboran los vinos tintos que se caracterizan por su intenso color rubí, con una graduación de entre 13° y 14°, de suave aroma y bien equilibrados. Con la malvar y la airén, se elaboran los vinos blancos, de color pálido, suave y afrutado aroma, graduación de 11° y gran elegancia. Los vinos rosados se elaboran con mostos procedentes de la cencibel. Son vinos muy aromáticos, de sabor afrutado y graduación de 12°.

También se elaboran vinos jóvenes afrutados, en la variedad de blanco y rosado.

Los vinos de Mondéjar maridan bien con los productos de la zona. Cochinillos, corderos y caza para los vinos blancos y quesos suaves y aves para los blancos.

La villa de Mondéjar

Mondéjar es una villa profundamente alcarreña con arraigadas tradiciones y un importante patrimonio arquitectónico. Merece la pena visitar la iglesia parroquial de Santa María Magdalena, la ermita de San Sebastián o el palacio marquesal de los Mendoza.

Situada a 42 km de Guadalajara, Mondéjar se muestra especialmente hospitalaria en el transcurso de sus fiestas patronales que tienen lugar durante la segunda semana se Septiembre.

El maridaje de los vinos de Mondéjar

Las tradiciones culinarias de La Alcarria permanecían escondidas hasta que el ínclito Cailo José Cela las difundió en su famoso libro «viaje a la Alcarria»

Un bacalao a la alcarreña marida perfectamente con un vino tinto D.O. Mondéjar. Porque los vinos blancos maridas con el pescado ligero, pero el bacalao a la alcarreña es un plato lo suficientemente contundente como para conjugarlo con vino tinto.

La cocina castellana está presente en esta D.O. Potentes guisos a base de legumbres, carne de oveja, morcillas y chorizos nos valen para calmar los fríos del invierno de estos parajes castellanos de la Alcarria.

Unas manos de cerdo con tomate o una buena caldereta de cordero o perdiz bien merecen la compañía de un buen vino de Mondéjar.

¡Que aproveche!

Las mejores añadas de los vinos de Mondéjar

De «excelente» ha sido calificada la añada correspondiente al 2000, siempre según el Consejo Superior de las Denominaciones de Origen. Por su parte, también según esta entidad, los años 2001, 2002, 2003 y 2004 fueron calificados como «muy buenos».

Las localidades del vino de Mondéjar

Sirvan estas líneas como homenaje a todas las localidades que conforman la comarca vinícola más pequeña de Castilla la Mancha, pero no por ello, de menor importancia. Son todos ellos municipios de la provincia de Guadalajara, en los que la tradición viticultora data de tiempos remotos y en los que, gracias al tesón y buen hacer de sus gentes, se han logrado magníficos vinos.

  • Mondéjar. En la Plaza Mayor de este municipio se encuentra el Consejo Regulador de esta denominación de origen, en el que se pueden adquirir vinos de las bodegas que lo forman. La cultura del vino guarda una estrecha relación con esta villa desde antiguo, habiendo pasado por diversas consideraciones hasta constituir en la actualidad una forma de cultura y riqueza. En la primera semana de septiembre se celebra la Feria del Vino, en la que se pueden adquirir productos de la tierra y se lleva a cabo una cata de vinos. Otra fiesta relacionada con el vino es la Fiesta de la Vendimia, que se celebra la última semana de agosto. Tras pasear bajo los soportales de su Plaza Mayor, el viajero puede visitar el palacio de los marqueses de Mondéjar, la iglesia parroquial y la cripta de San Sebastián. No podemos dejar de mencionar las ruinas del convento de San Antonio, edificado en el siglo XV y declarado Monumento Nacional en 1931. Son varias las bodegas asentadas en este pueblo, las cuales pueden ser visitadas con un guía que nos mostrará el proceso de elaboración de sus vinos paso a paso.
  • Zorita de los Canes. Encontramos aquí un castillo que fue sede de la Orde de Calatrava, cuyos arcos y bóvedas aparecen desplomados dando la impresión de grandeza y desolación. Muy cerca de aquí se encuentra la ciudad visigoda de Recópolis, única en Europa. Está este pequeño pueblo en constante proceso de renovación, poniendo sus gentes todo su afán en atraer a turistas y viajeros, acogiéndolos con hospitalidad y confort.
  • Albalate. En este pueblo es obligatoria la visita a la iglesia de San Andrés, con una bella fachada de estilo gótico del siglo XVI. En su interior hay un grandioso retablo barroco, así como la cruz del Perro del siglo XII con grabados en bronce. Además, Albalate cuenta con una fuente de origen renacentista, la Fuente de los trece caños, única en su especie, tanto por su antigüedad como por su complejo sistema de recogida subterránea. Su cementerio es monumento nacional y ocupa el terreno de un antiguo convento templario.
  • Sacedón. Este municipio cuenta con un importante patrimonio artístico-monumental en el que podemos destacar la iglesia parroquial del siglo XVII, la ermita de la Santa Cara de Dios del siglo XVIII, el monasterio cisterciense de Monsalud, del siglo XII, la iglesia parroquial de Córcoles del siglo XIII y la Escultura de la Mariblanca. Además de este recorrido monumental, Sacedón nos ofrece la posibilidad de visitar su cooperativa vinícola y sus magníficos restaurantes en los que podemos degustar el sabroso cabrito regado con un buen vino.
  • Pastrana. Este pueblo ha logrado un asombroso resurgimiento del turismo gracias al notable esfuerzo que se ha llevado a cabo para su recuperación urbanística. Son visita obligada la Casa del Deán, en la plaza del mismo nombre, el Convento de San Francisco, el Convento del Carmen que alberga el Museo Teresiano y de Historia Natural, la Iglesia Colegiata situada en el centro del casco antiguo y que alberga el Museo de los Tapices y el Palacio Ducal de estilo renacentista. Tras este largo recorrido, no hay nada mejor que reponer fuerzas con la abundante y sabrosa cocina manchega, variada y contundente, basada en productos de la tierra, cuyo elemento diferenciador es la condimentación que se le aplica a sus platos, junto al vino selecto que les acompaña. Entre sus platos más típicos encontramos el lomo de ciervo al vino tinto, la brocheta de cabrito y el bacalao a la alcarreña.

Muy importante

Cuando nos referimos a notas de cata lo hacemos en referencia a vinos muy bien criados y afinados. Vinos que han superado todas las pruebas y que han demostrado estar a la altura de los consumidores más exigentes.

En todas las Denominaciones de Origen hay vinos muy comerciales, vinos baratos que no se ajustan a una cata ciega. Por esa razón los descartamos.

Si usted desea someter a la cata de nuestros sumilliers un vino de su bodega o un vino de su preferencia sólo tiene que hacérnoslo saber poniéndose en contacto con nosotros.

Pero debe saber que nuestros sumilliers obrarán con justeza y es posible que no le guste lo que le digan del vino de su bodega o de su vino favorito.

Esperamos que entiendan que seamos tan estrictos. Todo ello redundará en beneficio de todos los amantes del vino.

Jaime Garrido
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